Si hay algo que es más favorecido entre los juegos indies
son los estilos visuales alternativos e impactantes. No digo que no haya juegos
"comerciales" que se arriesguen, o que no haya indies con aspecto de
haberse hecho en tres días en Flash, pero no es la norma en ambos casos y la
propia naturaleza del juego indie favorece el tomar riesgos, el todo o nada
visual que no a todos tiene por qué gustar.
Transistor es uno de esos juegos que todo el mundo te
recomienda pero por mucho que te expliquen la trama y la jugabilidad, no te
termina de quedar claro de qué va ni qué esperarte. Al menos eso me pareció a
mí, pero no soy especialmente rápido captando la esencia de un juego solo
porque me hablen de él. Pero ya basta de hablar de mis propias incapacidades.
Transistor es un juego que hace muchas, muchas cosas bien.
Es también corto, espectacular, y memorable. ¿Queréis ver por qué opino esto de
él?
Historia
Transistor es un juego con una estética cyberpunk, aunque un tanto más luminoso que el cyberpunk común,
donde suelen contrastar la oscuridad de los bajos fondos y el declive de la
sociedad con el avance de la tecnología y la opulencia de las
megacorporaciones. Aquí no hay de eso, y la trama de hecho no es un ejemplo
clásico de la ambientación.
La historia comienza confusa, tan solo con nuestra
protagonista sacando una espada con forma de circuito enorme del pecho de un
hombre muerto. Todo lo vamos descubriendo a trozos a partir de ahí. La espada,
la Transistor, parece que tiene dentro el alma del hombre en el cual estaba
clavada, y la protagonista se llama Red, pero ha perdido la voz.
La historia se compone pues de los diálogos de Transistor,
los emails que te mandan otros personajes y los partes de noticias que puedes
ir leyendo. Al principio parece que algún tipo de grupo muy poderoso al margen
de la ley anda detrás de los protagonistas, y Red decide ir a por ellos en
lugar de huir, pero poco a poco descubrimos que los extraños enemigos blancos
que vamos encontrando no están bajo el control de nadie, sino que están
destruyendo la ciudad entera, fuera de control.
La historia es trágica, es triste, y cautiva. Se va
volviendo más frenética conforme avanza, y pequeños detalles por aquí y por
allá te dejan claro que Red es una persona que sabe perfectamente dónde y cómo
termina el camino de la venganza que ha tomado.
Es una historia interesante y bien contada. Quizás sea el
conjunto con todo lo demás lo que la hace tan atrayente, pero desde luego es
una que no es fácil de olvidar y se te queda grabada.
HISTORIA: 4 de 4
Es magnífica, simplemente magnífica.
Ritmo
El juego va aumentando a un ritmo muy correcto. Conforme su trama
empieza a perfilarse, te van dando los elementos jugables que irás usando. Las
funciones, los limitadores, el Turn(), y la naturaleza de los enemigos se te
van enseñando al mismo tiempo que aprendes las más básicas nociones del mundo
en el que te mueves.
Conforme avanzas más y mejores funciones recibes, y más
subes de nivel, haciendo que la jugabilidad realmente evolucione muchísimo de
relativamente simple a con casi más opciones de las que puedes procesar. El
ritmo narrativo va a la par, introduciendo más a los miembros de la Camerata,
sus motivos y sus relaciones con la ciudad.
Tiene un punto algo lento por la mitad del juego, y el área
final puede ser un tanto desoladora, pero en general mantiene el tipo todo el
juego.
Pero este aspecto debe reseñarse más allá del final del
juego, pues Transistor tiene un New Game
+ cíclico: terminar una partida es empezar otra, y aunque la historia
rebobina, la jugabilidad no lo hace. Sigues con tu nivel y tus funciones, y los
enemigos ahora son los del final del juego, cada vez un poco más poderosos,
pero también lo eres tú.
Esto hace que comenzar una segunda partida no sea una idea
que te da un poco de tedio y un poco de emoción, sino un acto natural que te
sale automáticamente tras ver los títulos de crédito, y en mi opinión le añade
mucho valor al juego en este aspecto.
RITMO: 4 de 4
Lleva el ritmo in the
body.
Jugabilidad
Este es probablemente el aspecto más pulido de Transistor.
Se supone que la jugabilidad es una versión mejorada de la de Bastion, pero
dado que no he jugado a Bastion no tengo tal punto de referencia.
El juego es en esencia un híbrido de Action-RPG, táctico y
por turnos. Nuestra protagonista se mueve libremente por el escenario con
teclado o ratón y ataca con cuatro "funciones", cuya nomenclatura es
idéntica a las funciones de los lenguajes de programación basados en C.
Nuestros enemigos son Procesos, criaturas blancas que están convirtiendo la
ciudad de Cloudbank en bloques tan blancos como ellos.
Al principio el juego se comporta como un Action RPG. Nos
movemos y usamos nuestras funciones libremente, pero el daño que hacen los
enemigos es a tener en cuenta y son más rápidos que Red. Es entonces cuando
entra la estrategia y el turno, con la función Turn(), que siempre está equipada
y te permite parar el tiempo para planificar tu movimiento y encadenar
funciones, con un límite de acciones posibles.
Tras usar Turn() Red no podrá usar sus funciones hasta que
la barra de Turn() se recargue, a menos que alguna de sus funciones tenga
equipada como mejora una que le permita usarla durante la recarga del Turn().
Este es un aspecto que da una personalización enorme: las funciones pueden
equiparse y combinarse de tres maneras distintas.
Puedes equipar una función como activa, permitiéndote usarla
para atacar. Puedes equiparla como mejora de una función activa, dándole
diversos efectos que modifican y potencian la activa; Jaunt(), por ejemplo, te
permite usar una función mientras Turn() se recarga al usarla como mejora. Las
funciones activas admiten hasta dos funciones de mejora, aumentando tus
posibilidades. Por último, puedes equipar una función como pasiva, mejorando
diversos atributos de Red.
Sin embargo, no tenemos inicialmente una reserva sin límites
de posibilidades. Las funciones requieren memoria para poder ser equipadas, y empezamos
con pocos puntos de memoria. Además, solo tienes cuatro funciones, cuatro
ranuras activas donde usarlas, cada una con solo una ranura de mejora, y todas
las ranuras de función pasiva cerradas. Las subidas de nivel son las que hacen
posible el baile de funciones que he descrito antes.
Conforme subes de nivel se te dan varios beneficios: más
funciones, la elección de más memoria, abrir diversas ranuras, y ganarte
Limitadores, funciones opcionales que se equipan aparte y que hacen el juego
más difícil a cambio de provocar que los encuentros den más experiencia.
Algunas funciones se encuentran conforme avanza la historia, pero no son
mayoría, y aquí es además donde el New
Game+ hace el juego aún más divertido. Cuando ya tengas todas las
funciones, el juego te ofrece con cada subida de nivel comprar una réplica de
una función que ya tienes. Esto sirve para tener una función tanto de activa
como de pasiva, o mejorar una función activa con ella misma, haciendo hincapié
en sus virtudes.
Los combates en Transistor se encuadran en encuentros, que
no son aleatorios ni suelen ser opcionales. Nuestros enemigos, los Procesos,
suelen aparecer cerrándote las salidas y provocando la aparición de todo tipo
de bloques blancos que podemos usar de cobertura. Cuando los Procesos son
derrotados debemos recoger los celuloides que sueltan, o se regenerarían y
volverían para darnos más guerra. Cuando no queda ni un Proceso en pie, el
encuentro termina y recibimos experiencia.
Como dije antes, Red es en general delicada, o más bien sus
enemigos muy poderosos. Cuando recibimos demasiado daño no morimos
inmediatamente, sino que la función activa que más memoria ocupe (sumándole la
memoria de las funciones de mejora que tenga) es desactivada y nuestra vida se
llena de nuevo. Si perdemos todas las funciones activas, es fin del juego.
Las funciones solo se pueden equipar en los puntos de
guardado, y es ahí donde debemos llevar las funciones desactivadas para
repararlas. Normalmente necesitas avanzar en la historia y pasar por dos puntos
de guardado para que la función activa desactivada se reactive (las mejoras que
tenía puestas no se desactivan). Esto nos anima a experimentar por pura
necesidad con funciones que previamente no estábamos usando, dándole más
profundidad al juego. No es infrecuente que una de esas combinaciones "de
emergencia" que haces mientras esperas a recuperar tu activa favorita y
que considerabas inútil termine convirtiéndose en una de tus combinaciones
favoritas (consejo del escritor: Get() con Jaunt() y Flood() es increíble y
mortal).
Creo que esto lo cubre básicamente todo. El veredicto…
JUGABILIDAD: 4 de
4
¿Se va notando que me gustó mucho el juego?
Presentación
Transistor es precioso. El juego siempre se ve desde una
perspectiva isométrica inclinada, cuyo nombre exacto no recuerdo ahora mismo.
Cuando lo ves podrías pensar que el juego es en 2D, pero de hecho es un 3D
finísimo y precioso. En el juego prima sobre todo el color amarillo, blanco y
rojo (más esto por el final), y los escenarios están llenos de detalles y
filigranas en cada edificio.
Las animaciones son fluidas y bonitas, los Procesos se
mueven como las criaturas antinaturales que son, con una apariencia igual de
extraña y casi perturbadora. Al principio parecen torretas del Portal, pero al
avanzar te encuentras a algunos muy mecánicos y otros casi orgánicos, por no
decir alienígenas.
Intercaladas en el juego hay escenas dibujadas a mano, sobre
todo de Red y los antagonistas, que son igualmente fantásticas y te ayudan a
meterte más en el mundo del juego.
Un punto negro sería que la perspectiva suele estar muy
alejada de Red. Aunque esto te ayuda a dominar mejor el campo de batalla, hace
muy complicado poder ver los detalles más pequeños y las animaciones de Red.
Otro sería cómo por el final del juego el entorno se vuelve muy repetitivo,
aunque fuera por exigencias de la trama.
PRESENTACIÓN: 3 de
4
Nunca sé muy bien qué poner en este apartado y se nota…
Sonido
La banda sonora es espectacular. Dudo que me veáis nunca más
ponerle la nota que le voy a poner a Transistor en este apartado.
No solo es variada y fantástica, sino que casi todos los
temas tienen dos o tres versiones. La normal, la versión con el canturreo de
Red al iniciar Turn(), y una versión completamente cantada por la actriz de voz
de Red. Y cada canción es genial en su momento, sin pero alguno.
Los efectos de sonido cumplen perfectísimamente y ayudan a
darle fuerza a las acciones, como debe ser. Pero todo esto da igual porque
cuando terminas el juego no puedes dejar de pensar en la pedazo de banda sonora
que has escuchado.
SONIDO: 4 de 4
"Gracias… *llora*"
Consideraciones finales
Qué decir. Es uno de esos juegos que enamoran. Uno de esos
que no puedes dejar de recomendar a todo el mundo y deja un dulce recuerdo.
Quizás demasiado dulce, quizás no soy objetivo. Pero, ¿quién lo es? *suena el
tema de los créditos de Blade Runner*
NOTA FINAL: 4 + 4
+4 +3 + 4 = 3.8 de 4
No somos dignos…
Nos vemos en el Campo.